Es cierto que hoy todo se conecta y se desconecta, por lo mismo nos hemos acostumbrado a conectarnos y desconectarnos, pero son solo palabras porque nunca podremos desconectarnos de las cosas que tenemos en la cabeza, de las que nos ocupan el corazón, de aquellas que nos interesa, y digo cosas que pueden ser personas acontecimientos y demás actos que rodean nuestra existencia.
Cuando estos acontecimientos son negativos deberíamos poder desconectar y de verdad quedar apagados, para que los sentimientos negativos que generan no nos alteren el ritmo cardíaco, y enfermemos de ansiedad, aun sabiendo que eso no es posible… tenemos un poder que se nos dio en nuestras estructuras genéticas para controlar nuestros sentimientos y hacer que no nos dañen, porque no hay nada más dañino para nuestra salud que los sentimientos negativos.
Claro ahora me diréis, ¿cómo lo hacemos? y no tengo más remedio que decir que no lo sé. Porque claro te bombardean con un sinfín de terapias personales de auto-ayuda que según lo lees dices !qué fuerte esto lo hago yo y libre de angustias¡ pero que no, que es muy difícil, y cuando llevas la vida entera queriendo que alguna de esas terapias te funcionen ya desesperas y dices: me están engañando.
Alejarse de las pasiones humanas creo que es el único camino, y para lograrlo hay que tener una gran entereza fuerza de voluntad y dominio de sí mismo.
Yo prometo al que esté interesado en ello que si logro el más pequeño de los avances en este terreno os lo haré saber y os diré como sin cobraros nada, bueno si, si mis consejos os sirven de algo hacedme lo saber, simplemente porque me reforzará para seguir en el camino y no tirar la toalla.
Desde esta tarde de Septiembre en la que veo claro que somos lo que somos, os mando mis cordiales saludos.