Desconectar

Es cierto que hoy todo se conecta y se desconecta, por lo mismo nos hemos acostumbrado a conectarnos y desconectarnos, pero son solo palabras porque nunca podremos desconectarnos de las cosas que tenemos en la cabeza, de las que nos ocupan el corazón, de aquellas que nos interesa, y digo cosas que pueden ser personas acontecimientos y demás actos que rodean nuestra existencia.

Cuando estos acontecimientos son negativos deberíamos poder desconectar y de verdad quedar apagados, para que los sentimientos negativos que generan no nos alteren el ritmo cardíaco, y enfermemos de ansiedad, aun sabiendo que eso no es posible… tenemos un poder que se nos dio en nuestras estructuras genéticas para controlar nuestros sentimientos y hacer que no nos dañen, porque no hay nada más dañino para nuestra salud que los sentimientos negativos.

Claro ahora me diréis, ¿cómo lo hacemos? y no tengo más remedio que decir que no lo sé. Porque claro te bombardean con un sinfín de terapias personales de auto-ayuda que según lo lees dices !qué fuerte esto lo hago yo y libre de angustias¡ pero que no, que es muy difícil, y cuando llevas la vida entera queriendo que alguna de esas terapias te funcionen ya desesperas y dices: me están engañando.

Alejarse de las pasiones humanas creo que es el único camino, y para lograrlo hay que tener una gran entereza fuerza de voluntad y dominio de sí mismo.

Yo prometo al que esté interesado en ello que si logro el más pequeño de los avances en este terreno os lo haré saber y os diré como sin cobraros nada, bueno si, si mis consejos os sirven de algo hacedme lo saber, simplemente porque me reforzará para seguir en el camino y no tirar la toalla.

Desde esta tarde de Septiembre en la que veo claro que somos lo que somos, os mando mis cordiales saludos.

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About elichenca

Soy una persona tranquila, me gusta salir a pasear por el campo, hacer fotografías, montar en bicicleta, nadar. Una de mis aficiones es la lectura, y me gusta escribir. Me gusta reunirme con los amigos para charlar tranquilamente al amor de la lumbre, si no hay lumbre, cualquier otro sitio es bueno. Me gusta pensar que dentro de mi hay un eje diamantino, que hace que me mantenga firme y erguida para que cualquier cosa que sobre mi caiga, no me haga tambalear. Esta es una idea de Ángel Ganivet, que leí hace mucho tiempo, me ayuda en el diario vivir. Elisa
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